Teoría de la sociedad Capitalista en Marx y su vigencia en la Sociedad Actual.

En El Capital Marx traza el funcionamiento de una economía capitalista, pero lo hace a partir de las relaciones de producción que la estructuran, lo cual lo lleva a derivar en distintos aspectos de la sociedad misma.

La economía capitalista está sujeta a una ley, cual es su necesidad de permanente desarrollo, el cual pasa por la permanente transformación de las fuerzas productivas. ¿Pero en que consiste ésta? Para explicarla es necesario hacer antes un análisis de la noción del tiempo, uno de los principales elementos que además de estructurar nuestra vida cotidiana organiza la economía. Cada sociedad organiza el tiempo de sus miembros. La división del trabajo se traduce en la organización social del tiempo.

En una economía mercantil (es decir, aquella donde los valores de uso –bienes y servicios- se producen para la venta; es decir, como mercancías) las relaciones sociales se dan entre individuos privados, autónomos –por lo tanto libres, e iguales entre sí en dicha autonomía- que por lo tanto disponen de su tiempo. Sosbre esta base la división del trabajo va a darse mediante relaciones impersonales, puesto que lo que cada uno busca conseguir es estrictamente el valor de uso del cual el otro es portador. De esta manera los tiempos se interconectan, pero las personas son intercambiables por otras: si busco un par de zapatos, no me interesa comprarlos a tal o cual zapatero. Entendemos esta característica de las relaciones mercantiles cuando la comparamos, por ejemplo, con las relaciones familiares, o en general con relaciones de carácter personal, en donde un individuo no es intercambiable por otro.

En una primera descripción de la organización del tiempo de trabajo basado en las relaciones privadas, Marx señala que la entrega de un producto y el valor que se le da a él se basa en el tiempo estimado que se necesitó para realizarlo. El intercambio estaría basado en el tiempo que cada persona necesito para producir, y lo que se intercambia es el excedente de los producido para el consumo personal. La noción de valor: es una categoría histórica limitada a ciertas relaciones sociales. Sólo adquiere existencia en las relaciones privadas. No es una característica de las cosas, aunque sólo puede existir bajo la forma de un objeto. El valor se origina en la producción, según el tiempo de trabajo socialmente necesario que ésta demande. Entender al valor de un objeto como algo natural es un error provocado por la misma apariencia del valor.

El intercambio de las mercancías (mercancía es la unidad de valor de uso y valor, el objeto en el que se manifiesta el valor) cuando se generaliza se hace a través de una forma general del valor, independiente de los diversos valores de uso que se intercambian. Esta forma general es el dinero . Con el dinero el intercambio entre la primera mercancía y la segunda pasa por el valor equivalente asignado al dinero.

Pasamos de:

M1 ↔ M2

a

M1 D M2



Es necesario que el dinero se imponga en todas las ramas fundamentales de la producción antes de que pueda surgir el capital como forma dominante del valor. Es decir, cuando éste tiene un nuevo curso:

D  M  D+d

Es aquí donde el dinero se convierte en capital, donde el capital es el movimiento del valor por el cual este se auto expande. Aquí se pasa a un nuevo sistema –totalmente diferente a la circulación simple de mercancías- por el cual el dinero inicia el circuito mediante una compra (de una mercancía), y termina en una venta donde recobra la forma de dinero, pero con un agregado. La pregunta es ¿de dónde surge este nuevo valor si es que no se ha producido un mayor tiempo de trabajo que cree un nuevo valor?. Para Marx no puede originarse valor en la circulación (el comercio); ¿de dónde surge entonces este valor adicional?.

Y esto ocurre debido a que la fuerza de trabajo –el conjunto de capacidades que permiten a los productores generar trabajo- aparece ahora en el mercado como una mercancía más. Mientras que en la producción (y circulación) simple de mercancías la fuerza de trabajo estaba en la esfera de la producción, ahora aparece en un nuevo mercado –el mercado de fuerza de trabajo- debido a carecer de medios de producción que pueda utilizar por cuenta propia. Requiere pues, de encontrar un comprador dispuesto a utilizarla en un proceso de trabajo ajeno al productor directo.

Es crucialmente importante en la explicación de Marx el que lo que se vende es la capacidad de trabajar, y no el trabajo en sí. El comprador verá cómo utiliza esta capacidad y qué obtiene de ella.

La explicación que da Marx de cómo el dinero se convierte en capital es la siguiente. El poseedor del dinero (el capitalista), que ha comprado la fuerza de trabajo por un día, la pone a trabajar. En ese día ella debe generar el trabajo necesario para producir un valor equivalente a los medios de subsistencia que va a requerir para ese día. De esa manera le será entregado el valor diario de dicha fuerza de trabajo. Pero debe trabajar además un excedente de horas de trabajo, para generar el valor adicional que transformará al dinero en capital. Ese trabajo excedente es posible de ser generado a partir del pago que se le hace de su fuerza de trabajo.

¿A cuánto tiempo puede extenderse dicho trabajo excedente? Al capitalista le asiste el derecho de extenderlo todo lo que le sea posible. Al trabajador, el derecho de que ese tiempo y las condiciones de su uso no le impidan trabajar al día siguiente, ni le acorten la vida. “Derecho contra derecho”, dice Marx. Y que ante ello, decide la fuerza. Puede tratarse de la violencia de una clase contra la otra, o la fuerza y la autoridad del Estado, la ley, la costumbre, el poder económico, etc.

¿Cuál es el monto en dinero que se tiene que dar al trabajador por el uso de su fuerza de trabajo durante una jornada? Se estima una cantidad que le permita por lo menos al trabajador subsistir a él y a su familia, de modo que al día siguiente pueda trabajar en las mismas condiciones. Esto último será la demostración de que la fuerza de trabajo fue pagada a su valor, como cualesquier otra mercancía. El valor de la fuerza de trabajo equivaldría entonces a lo necesario para una subsistencia acorde con los criterios de la sociedad en cuestión. No hay forma “técnica” de determinarlo; los parámetros que se utilizan son en esencia morales, y varían según el proceso social, cultural y político en que se realiza. ¿Tiene el trabajador el derecho de tener en la canasta básica una computadora, teléfono, vacaciones y tiempo de ocio pagado (vacaciones)?

A diferencia de las demás mercancías, la fuerza de trabajo es “producida” fuera de la economía –en las familias- pero ingresan luego a ella asumiendo la forma de la mercancía: unidad de valor de uso y valor de cambio. Esto significa que la fuerza de trabajo no es una mercancía, sino que en rigor es tratada como si lo fuera; es decir, “a imagen y semejanza” de la mercancía.

Para que el capital siga siendo tal tiene que regresar incesantemente a la producción. Si se retira de ella (por ejemplo, si el capitalista decide utilizar el valor de su capital para su consumo personal, éste deja de ser capital. Se trata pues, de un incremento del valor que no tiene límite.

COMENTARIO

En la actualidad la sociedad descrita por Marx ha cambiado. Sin embargo no podemos decir que se acabó el capitalismo. Seguimos hablando de asalariados, de mercancía y nuestra economía sigue funcionando bajo las mismas reglas esenciales. Si bien las relaciones típicas de mando y ejecución cambian , las formas en la que se manifiestan la sociedad descrita por Marx en el fondo se mantiene. La noción por la cual se entiende al capitalista se mantiene en la actualidad: es el que se apropia del resultado del trabajo de otros.

Para Castells la economía predominante en nuestra actualidad estaría basada en el capital financiero que podría tener la siguiente dinámica:

D  D+d

Sin embargo en esta dinámica interviene igual el modelo de Marx ya que el valor adicional que se consigue se sigue basando en la circulación del dinero:

D (D-M-D+d´) D+d”

Los bancos prestan lo que Marx denomina “capital productor de interés” al capital productivo (aquél que emplea trabajo productivo). El plusvalor obtenido por éste se reparte luego con dicho banco, pagando el “costo del dinero”: la tasa de interés.

La lógica de la actualidad se origina por la necesidad del capital de aumentar la productividad del trabajo, esto gracias a sustituir el trabajo humano por medios de producción, reduciéndose así el valor total de la fuerza de trabajo movilizada, en comparación con el valor total de dichos medios de producción. Si bien la organización social ha cambiado mucho desde lo descrito por Marx, la evolución económica es el desarrollo del capitalismo descrito por Marx, el cual no ha hecho sino revolucionar constantemente las fuerzas productivas. Esta revolución de las fuerzas productivas ha generado cambios en el desarrollo social, e incluso en elementos básicos para poder hablar de la lucha de clases, como el debilitamiento del sindicalismo debido a la desmasificación de los trabajadores y pérdida de derechos laborales en empresas donde trabajadores podrían tener la posibilidad de organizarse.

Sin embargo a mi parecer, la sociedad actual descrita como la “sociedad de la información” da otras posibilidades de organización, que el mismo capitalismo pone nuevamente en manos del “proletariado”: uno de ellos es el mayor acceso a los medios de comunicación.

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