Clase de Durkheim

21 y 23 de octubre
Manuel Dammert

Lo que caracteriza la modernidad, a juicio de Durkheim, es la expansión de la división del trabajo social. Es el paso de una solidaridad orgánica a una mecánica. Pero el trabajo social no significa solamente la cohesión de los individuos en todos los niveles, sino que puede traer consigo resultados que pueden ser denominados patológicos.

La división del trabajo actual (desde fines del siglo XVIII) puede entenderse, a grandes rasgos, como la extrema especialización en el trabajo. Puede haber división de tareas sin especialización, donde cada cual llegado el caso puede realizar casi cualquier tarea; pero ambos fenómenos son muy diferentes el uno del otro . Para Durkheim, a diferencia de Marx, la división del trabajo social es una fuente de cohesión frente al debilitamiento de la moralidad colectiva. Esto último puede entenderse a partir del paso de una solidaridad mecánica (donde la cohesión proviene de las creencias y acciones comunes), a una solidaridad orgánica (donde el rasgo principal es la diferencia, así como la interdependencia entre los individuos y sus acciones y creencias).

Es así que la aparición de la gran industria ha significado la materialización de la división del trabajo social, pero ésta no solo ha traído cohesión, sino conflictos. Estos conflictos pueden observarse en la relación entre los propietarios y los trabajadores. Este conflicto, para Durkheim, no se encuentra en el conflicto de intereses que planteaba Marx, sino en la falta de una moralidad común que integre a los diferentes individuos. También menciona que las clases obreras no quieren realmente la condición que tienen, sino que aceptan la misma por obligación, debido a la falta de medios para conseguir otra condición. Es decir, el mercado, la libre competencia, que debía conseguir que los individuos logren el lugar adecuado a sus capacidades, no funciona adecuadamente, por causas que veremos más adelante. [OJO]

Las necesidades no están determinadas solamente por la naturaleza. Las necesidades primarias si lo están, pero las otras necesidades van surgiendo de acuerdo a como avanza la sociedad. Para Durkheim, las necesidades humanas no tienen límites, debido a que la razón nos da la capacidad de percibir mejores condiciones y anhelarlas. Este anhelo, a un nivel exagerado, puede llevar a que se produzcan quiebres en el equilibrio de la sociedad y se dé una anomia generalizada. Por esto es que el individuo debe tener un límite. Es prácticamente imposible que dicho límite sea auto-impuesto, de modo que debe provenir de un agente externo al mismo: la sociedad. La libertad del individuo no reside en la falta de la regla; por el contrario, la libertad se encuentra mediada por las reglas y solo se puede ejercer mediante la regla.

El limite que les debe de ser impuesto a los individuos debe de provenir del exterior en forma de un poder moral. Este poder moral, que debe de coaccionar a los individuos, debe de ser un poder moderador que se componga por la sociedad en general o por algunos de sus órganos.
Según Durkheim es fundamental para la sociología poder diferenciar entre lo normal y lo patológico. Para que la sociología sea una ciencia es preciso que la generalidad de los fenómenos sea considerada como criterio de su normalidad. Lo patológico estará vinculado a lo que se aleje del “tipo medio” (lo excepcional).

Pero este criterio no queda muy claro en la propuesta de Durkheim, ya que una serie de fenómenos patológicos, en tanto que son perjudiciales, son “normales” en el sentido de que es imposible deshacerse de ellos, eliminarlos. Así, el crimen es “normal”, en la medida en que no cabe una sociedad que no lo conozca. Así, también, es normal su castigo.

En parte estos problemas son enfrentados a través de la referencia al grado en el que lo patológico se va a hacer presente. O también afirmando que un fenómeno “normal” se vuelve patológico cuando se vuelve exageradamente presente. Me parece que la intención que le da Durkheim a la sociología queda muy clara en los últimos párrafos del capitulo 3 de Las Reglas…; en donde plantea una analogía entre el medico y el sociólogo. Pero creo que esta diferenciación no queda muy clara, y debe de ser analizada (por mi parte claro está) con mayor cuidado.

Pero su análisis de lo patológico y lo normal, nos lleva a lo que él consideraba la patología central de las sociedades modernas: la anomia. Este es un tema central en toda la obra de Durkheim, y del cual él dio más de una formulación. Desde un punto de vista macrosociológico (De la División del Trabajo Social, Libro III) la anomia es un desajuste entre estructuras. Ej., entre economía, familia, ciencia, educación, religión, Estado. Pero también se manifiesta en conductas individuales, como es el caso del suicidio, el cual se va a reflejar en un plano global a través de la “tasa social de suicidio”. En el caso del suicidio anómico, ante cambios económicos, culturales, sociales, etc., el individuo no encuentra puntos normativos de referencia lo suficientemente claros, por los cuales antes podía desenvolverse de manera normal. Este efecto puede ser más o menos duradero o profundo.

La anomia puede ser entendida como una patología asociada al nacimiento de la solidaridad orgánica. Al especializarse el trabajo, puede darse el caso de que los sujetos se sientan solos, y dejen de percibir un vínculo común con los demás individuos con los que trabaja y con los que vive. Esta situación no es normal porque la división del trabajo no necesariamente pone a los individuos en esta posición.

El problema de la sociedad, en el momento en el que Durkheim escribe esto, es la falta de reglas claras y pertinentes a todos los individuos. La falta de este poder moral lleva a que se apele a la coacción física de unos sobre otros; por ejemplo, a la coacción contra los trabajadores por parte de los propietarios. La falta de este poder moral, influye directamente en la propagación de la anomia. Por esto, Durkheim va a plantear que son los grupos profesionales o corporaciones las encargadas de ejercer este papel moral frente a los individuos.

La pregunta que intenta responder Durkheim en uno de sus textos, es sobre si la no existencia o débil presencia de las corporaciones debe de llevarnos a rechazarlas como si fueran parte del pasado. En esta argumentación se puede dejar entrever el análisis que hace de lo normal y lo patológico, y con mayor claridad en uno de los ejemplos que desarrolla en dicho texto.

Las corporaciones no solo han sido parte del pasado inmediato, sino que pueden encontrarse en épocas tan remotas como la época romana. En esta revisión histórica, Durkheim encuentra los argumentos para rechazar la idea de que como las corporaciones han sido parte del pasado, el cambio de “régimen” debe traer consigo su desaparición. Según él las corporaciones desaparecen momentáneamente en el medioevo debido a que no lograron evolucionar al ritmo de la sociedad, pero esta desaparición momentánea deja el espacio para que ahora, que se les necesita, vuelvan a aparecer. Podrían ser la base del poder moral que la sociedad necesita para mantenerse integrada, y para que la anomia no se generalice ni que prevalezca la ley del mas fuerte.

Las corporaciones no son necesarias por los servicios económicos que puedan brindar, sino por la influencia moral que podría tener; la corporación es, de alguna manera, la heredera de la familia. Los actores de una misma industria o campo de actividad, unidos y organizados en un mismo grupo, a través del carácter moral e integrador de la corporación, harían frente a la “individualización” moderna, y ayudaría para detener la falta de la moralidad colectiva. Los individuos que integran las corporaciones, son los que trabajan juntos, y los que a partir de su unión u organización se darían cuenta de sus intereses comunes, de sus intereses solidarios entre ellos. Este seria el terreno propicio para la formación de ideas y sentimientos sociales.

El poder moral está basado en la subordinación de los intereses particulares a uno general. La corporación es la encargada de dar leyes para los hombres, pero al mismo tiempo estar tan cerca del “mundo” como para estimularlas en su verdadero valor. Para poder controlar la anomia es necesario la formación de un grupo que establezca reglas necesarias. Este grupo, como ya ha sido mencionado, son las corporaciones.

No debe entenderse la falta de corporaciones como la única causa de la anomia, ni la única causa de los problemas que se encuentran en la sociedad. Pero a juicio de Durkheim, es el principal y primero a resolver para hacer frente a estos problemas. El Estado, por otro lado, debe de cumplir la función de frenar el particularismo de cada corporación y velar por el interés común.

Lo propuesta de Durkheim se basa en tratar los hechos sociales como cosas. Un ejemplo de estos “hechos sociales” (corrientes sociales) se ve reflejado en su estudio sobre el suicido. El suicido es un trabajo que intenta mostrar empíricamente la capacidad de la Sociología para esclarecer los fenómenos sociales mediante las pautas establecidas en Las Reglas del Método Sociológico. Es decir, que existen hechos sociales o corrientes sociales que son externas y coercitivas al individuo, aún cuando, como en el caso de un acto privado como es el quitarse la vida, el “elemento social” parezca estar por completo ausente..

Los tipos de suicidio van de la mano de la constitución moral da cada sociedad. Durkheim encuentra tres tipos de suicido: el egoísta, el altruista y el anomico.

El primero se da cuando el individuo no se siente parte de la colectividad debido a la ausencia o debilidad de lazos sociales; ese sentimiento de vacío y falta de significado lo lleva a suicidarse. En el suicidio altruista el individuo da su vida por la colectividad, por la sociedad a la que pertenece, o por sus creencias.

El tercer tipo de suicido, y el más importante, es el anomico. Tiene lugar cuando las reglas de la sociedad dejan de actuar sobre el individuo. Este tipo de suicido aparece ante cambios bruscos por los que pasa una sociedad (p.ej. una crisis económica, pero también un repentino auge económico; divorcio, viudez, etc.) donde los antiguos valores son dejados de lado y no aparecen nuevos marcos. Este tipo de “interrupciones” en la vida cotidiana puede ser entendido como la pausa y debilitamiento de las reglas morales de la sociedad. La relación entre el suicido anomico y la desregulación de las normas comunes podría entenderse como causal. Estas interrupciones o desregulaciones son la causa, aunque no única, del suicido anomico.

Toda sociedad presenta desviaciones frente a la norma, violaciones a la moral colectiva. Estas “desviaciones” son una imperfección inevitable, e incluso necesaria. Es necesaria porque como reacción ante los actos contrarios, reafirma los valores comunes. Toda sociedad necesita de una contraparte a sus valores morales. Este aspecto también se acomoda al ejemplo de crimen que realiza en Las reglas…en el capitulo referente a lo normal y lo patológico.

El suicidio, acto considerado tan personal, es mostrado en su carácter social. Durkheim muestra como las corrientes sociales influyen en los actos que realiza el individuo, y en este caso en la decisión de suicidarse o no.

5 comments:

Anonymous said...

mañana rindo final de Intro a la sociologia
me ayudo mucho esto
gracias
andres

Anonymous said...

copado, me re sirvio guachines! mañana tmb rindo!

isloflorez said...

Me gustaría con todo respeto corregirte: Durkheim plantea y describe el paso de una solidaridad mecánica a una orgánica; es decir, el cambio social que se da cuando se trasforman los grupos sociales: se parte de una solidaridad mecánica, caracterizada por el colectivismo, hacia una solidaridad orgánica, donde los seres sociales son especializados, son individualizados, pero éste hecho, según el autor antes que desbarajustar la sociedad contribuye a su fortalecimiento, puesto que se generan unas ciertas relaciones de dependencia, entre seres especializados.

Luisa said...

De acuerdo con el comentario anterior. Ojo, es al contrario, de una solidaridad mecánica reflejada en las sociedades "primitivas" o "tradicionales" donde prima la homogeneidad y la conciencia del colectivo; a una solidaridad orgánica, reflejada en las sociedades modernas, donde la diferenciación de sus miembros genera lazos de complementación, interdependencia y permite la conciencia individual (posibilitada por el propio desarrollo histórico), sin dejar de sostener una cohesión social mantenida por un cuerpo normativo fundamentado en la moral.

Anonymous said...

Super buena la explicación, felicitaciones.

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