Desviacion, Delito y Control

Nombre : Claudia Caceres
Curso : Teoría Sociológica 1
Lectura : John Macionis. Sociología, Cap. 8 “Desviación Delito y Control”

Todas las sociedades han creado parámetros de lo que es adecuado y aceptable. Asimismo, se ha llegado a un consenso por el cual, algunas cosas son más inaceptables que otras y que afectan la convivencia y el bienestar común. Pero, en qué momento aparece la noción de desviación? Por qué en todas las culturas el hombre rechaza ciertos modos de comportamiento?

El organismo humano carece de los medios biológicos necesarios para proporcionar estabilidad al comportamiento humano dado que sus relaciones con su ambiente se caracterizan por su apertura en el mundo. La inestabilidad inherente al organismo humano exige que el hombre mismo proporcione un entorno estable a su comportamiento; el mismo debe especializar y dirigir sus impulsos. La especialización y el rumbo de la actividad que faltan en el equipo biológico del hombre está provista por las acciones habituales. La habituación con su cúmulo de conocimientos, permite reproducir con economía de esfuerzos y tiempo, diferentes actividades.

Cuando la habituación se da como una tipificación recíproca de acciones habitualizadas por tipos de actores, aparece entonces la institucionalización. Una institución posee una carácter controlador inherente, además de un mecanismo de sanción, que se establece para su mantenimiento. De este modo controla el comportamiento humano estableciendo pautas, definidas de manera previa, que lo canalizan en una dirección determinada. Cuando el modo de comportarse está fuera de estas pautas es que se habla de desviación.

La desviación es, según Macionis, lo que la gente entiende o define como tal a la vista de que alguien está violando o transgrediendo una norma cultural. La desviación no implica en todos los casos una acción voluntaria o una opción voluntaria, puesto que en algunos casos la mera existencia de uno o varios individuos se considera una desviación. Asimismo, no sólo comprende conductas explícitamente negativas, como cuando se rompe la norma perjudicando a terceros, sino también cuando se excede en el cumplimiento de las leyes y las normas sociales. En ambos casos, observamos algún grado de diferencia. Es a través del control social, entendido como formas de presión social difusa que se busca evitar la conducta desviada. Tanto la conceptualización de la desviación, como la reacción hacia ella, depende de cómo esta organizada la sociedad.
Al estudiar la desviación, inicialmente la explicación a la desviación se centraba en los rasgos individuales, las características de los individuos. Las teorías con enfoque biológico querían explicar los comportamientos en términos de genética; de los impulsos o instintos naturales. Las teorías psicológicas, la explican a través de una alteración de la personalidad o de una socialización fallida.

La sociología por el contrario, entiende en primer lugar que la desviación en sí no existe, sino que es una creación social y que la conducta desviada viene determinada entre otras cosas, por el contexto. Esto se explica al observar que: la desviación varia de una sociedad a otra, la conducta desviada está definido por los otros, y la definición, aplicación y violación de las normas no está igualmente distribuida en la población.

Estas tres razones están dadas por las tres explicaciones sociológicas más importantes de la desviación. El análisis funcionalista, el interaccionismo simbólico y el análisis del conflicto. En primer lugar, para la teoría funcionalista, la desviación contribuye a mantener el sistema social en equilibrio y así garantizar su conservación o perpetuación. Son importantes en este campo los aportes de Durkheim, Ericksonn y Merton. Este último construye una teoría que distingue cinco grupos (conformistas, innovadores, ritualistas, retraídos e rebeldes) que se ordenan en torno a la posibilidad de obtener éxito, es decir alcanzar sus objetivos culturales, mediante mecanismo institucionalizados.

En segundo lugar, dentro del enfoque del interaccionismo simbólico, encontramos la teoría del etiquetaje de Becker, en donde las desviaciones se definen no tanto por las acciones de las personas como por las respuestas del entorno social. La conducta desviada es la que es catalogada o etiquetada por los demás. Lemert estudia episodios de transgresión que apenas provocan la reacción de los demás y lo denomina desviación primaria. La desviación secundaria, se da cuando la reacción desfavorable de los otros contribuye a la creación de una identidad desviada.

El etiquetaje retrospectivo es la interpretación del pasado de una persona a la luz de una etiqueta o estigma que tiene en el presente. En la asociación diferencial de Sutherland, la tendencia a la conformidad o a la desviación de un individuo depende de la frecuencia con la que es individuo entre en contacto con grupos de personas que fomentan un tipo de comportamiento u otro. La teoría de control social de Hirschi, plantea que el control social anticipa las consecuencias que les puede ocasionar la comisión de una trangresión o de un delito. Este control se da a través de las relaciones sociales, la estructura de oportunidades, la implicación y las creencias.

En tercer lugar, la teoría del conflicto, busca demostrar que la desviación refleja desigualdades de poder. Son desviados los que obstaculizan el desenvolvimiento del capitalismo ya sea porque afectan la propiedad privada, irrespetan la autoridad, no trabajan o no pueden trabajar, o porque ponen en entredicho el statu quo. El realismo de izquierda, explica la desviación por el sentimiento de privación relativa, esto es, la comparación de la situación propia con los que tienen más recursos y por la marginación.

Por otro lado, la criminología feminista, ha aportado una visión distinta del problema de la desviación al hacer críticas a las teorías más importantes y al plantear interrogantes que inciden en la cuestión del género.

Con todo lo visto hasta ahora, uno se percata fácilmente de que el problema de la desviación y el control social es sumamente complejo. En consecuencia el método con el que se aproxime a estudiarlo debe considerar esta complejidad. Las estadísticas, aún con los problemas de medición con lo que se tiene que lidiar, brindan información valiosa. Los estudios en el Reino Unido, por ejemplo, han dado como resultado una incidencia mayor de comisión de actos que comportan conducta desviada, en hombres jóvenes, siendo los afrocaribeños, los que en relación a su peso en la población total, sufren más arrestos.

Asimismo, los cambios que se han producido en los últimos años en el marco del proceso de globalización, han supuesto que la desviación y el delito adquieran nuevos modos que se sirven de los logros tecnológicos. Estos nuevos modos de desviación suponen también nuevos modos de control. La privatización en las cárceles, en países como Estados Unidos, es un ejemplo de los cambios que han sufrido los sistemas de control social. Estas nuevas pautas han planteado un debate sobre los límites en el control y las libertades de los individuos.

Igualmente, la desviación y el delito suponen una sanción, un castigo. Esta se justifica por cuatro motivos distintos: desquite, disuasión, rehabilitación protección de la sociedad. Sin embargo, es difícil evaluar las reales consecuencias del castigo.

¿Con qué propósito las sociedades crean normas culturales dentro de las cuales debemos incluir las leyes?
¿Por qué hay personas que tiene más probabilidades que otras de ser acusadas de violar esas normas? ¿Cómo controlan las sociedades, la delincuencia y qué impacto tiene ese control?

Nombre : JHDLT
Curso : Teoría Sociológica 1
Lectura : Macionis. Sociología, Cap. 8 “Desviación Delito y Control”


El autor intenta acercarse a una definición de desviación. Para ello, además de sus aportes personales, realiza un breve recorrido por las diferentes teorías que intentan explicarla. Por desviación se entiende todo comportamiento que quiebra una norma.

Es necesario entonces entender el concepto de “norma”, supuesto en el de desviación. Las normas son definiciones de modo de hacer y de comportarse. Delimitan lo que se considera el “comportamiento bueno o aceptable”, haciendo factible la distinción con el “comportamiento desviado”.

Existen dos tipos de norma, que dan origen a dos tipos de desviación. Están las normas formales y las normas no formales (formalidad en el sentido de si están, o no, escritas, si están “en el papel”, si son explícitas o implícitas). Las normas no formales, o no escritas, son implícitas en la vida social. Las sanciones que acarrea la transgresión de éstas normas son sanciones confusas aplicadas por cualquier miembro de la sociedad (como podría ser la burla, el chisme, el rumor o la exclusión).

A la transgresión de las normas formales se le llama delito. El delito supone una tipificación y especificación del castigo, y requiere de un cuerpo especializado (un sistema jurídico) que defina y aplique la sanción. Las normas formales están siempre explicitas, en algún código jurídico, como la constitución.

El autor tres enfoques para entender el delito y la desviación. El primer enfoque es el biológico, y afirma que son ciertos rasgos biológicos los que podrían determinan los comportamientos desviados.

El segundo enfoque es el psicológico, intenta explicar la desviación con dos causas. En primer lugar, se afirma que la desviación puede deberse a una alteración de la personalidad; en segundo lugar, afirman que podría deberse a una socialización fallida.

Ninguno de estos enfoques es suficiente para explicar la desviación ya que se centran es rasgos individuales y desatienden el contexto social. Dice el autor: “el estudio de la conducta desviada nos obliga a estudiar el entorno social en el que viven los individuos, pues ahí es donde se define lo que es delito y desviación, y donde se alimentan o coartan tales conductas”. Ni la biología ni la psicología estudian cómo se definen las conductas desviadas como tales. Tampoco explica por qué en algunos sectores de la sociedad se concentran la mayoría de casos de conductas desviadas.
Luego, ya que la conducta desviada está en gran parte determinada por el contexto social, es necesario una fundamentación sociológica. Existen tres razones para tener en cuenta a la sociología en el estudio de la desviación. En primer lugar sólo hay desviación en relación con unas normas sociales, en segundo lugar, sólo hay desviación cuando es definida como tal (por otros) y, por último, las desigualdades de una sociedad determinan quiénes tienes más probabilidad de presentar desviación. Hay tres grandes enfoque desde donde se ha intentado explicar la desviación.

Desde una análisis funcionalista, Durkheim, entre otros, afirma que las formas de desviación, que son definidas como tales dependiendo de cada sociedad, y la reacción social a ellas afirman los valores y las normas de cada sociedad. Merton, por su parte decir la desviación depende del grado en que los miembros de una sociedad puedan logras sus objetivos a través de mecanismos institucionalizados.

Desde el interaccionismo simbólico, encontramos: La teoría del etiquetaje, la cual afirma que la desviación se define como tal no tanto por las acciones de las personas, sino por la respuesta de entorno a esas acciones, la desviación queda como algo relativo; la teoría de la asociación (Sutherland) que dice que un individuo se inclinará por la desviación en la medida en que frecuente personas que fomenten ese comportamiento; y, por último, la teoría del control (Hirschi), donde la sociedad aplica un control tácito sobre los individuos impidiendo que “se desvíen”, ya sea por relaciones sociales, estrato social, grado de implicación en actividades legítimas o creencias en dogmas morales.

La teoría del conflicto se da, obviamente, desde un análisis de conflicto. Trata de demostrar que la desviación refleja desigualdades sociales y de poder. Así la conducta desviada depende de cómo esté distribuido el poder en la sociedad, ya que las normas de cada sociedad favorecen a las clases privilegiadas, defendiendo sus intereses. Se ve a la desviación como un problema estructural.

Son muchos los factores a considerar en el estudio de la conducta desviada. Por ello, cerrarse en un enfoque (biológico, sociológico, psicológico), puede sesgar las conclusiones. Esto se aprecia claramente ya que ninguna de las teorías arriba mencionadas explica, a cabalidad, por qué surge la desviación.

El autor resalta la importancia de considerar otros aspectos en el estudio de la desviación, tales como grupos etáreos, género o raza. Da cuenta, también de la dificultad de obtener datos confiables, para estudiar la incidencia real de la delincuencia.

Termina diciendo que en el mundo actual se expandió el sistema tradicional de control social y aumentaron los mecanismos de vigilancia. Por lo que podría decirse que las sociedades modernas son sociedades vigilantes.

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