Desviacion, Delito y Control

Nombre : Claudia Caceres
Curso : Teoría Sociológica 1
Lectura : John Macionis. Sociología, Cap. 8 “Desviación Delito y Control”

Todas las sociedades han creado parámetros de lo que es adecuado y aceptable. Asimismo, se ha llegado a un consenso por el cual, algunas cosas son más inaceptables que otras y que afectan la convivencia y el bienestar común. Pero, en qué momento aparece la noción de desviación? Por qué en todas las culturas el hombre rechaza ciertos modos de comportamiento?

El organismo humano carece de los medios biológicos necesarios para proporcionar estabilidad al comportamiento humano dado que sus relaciones con su ambiente se caracterizan por su apertura en el mundo. La inestabilidad inherente al organismo humano exige que el hombre mismo proporcione un entorno estable a su comportamiento; el mismo debe especializar y dirigir sus impulsos. La especialización y el rumbo de la actividad que faltan en el equipo biológico del hombre está provista por las acciones habituales. La habituación con su cúmulo de conocimientos, permite reproducir con economía de esfuerzos y tiempo, diferentes actividades.

Cuando la habituación se da como una tipificación recíproca de acciones habitualizadas por tipos de actores, aparece entonces la institucionalización. Una institución posee una carácter controlador inherente, además de un mecanismo de sanción, que se establece para su mantenimiento. De este modo controla el comportamiento humano estableciendo pautas, definidas de manera previa, que lo canalizan en una dirección determinada. Cuando el modo de comportarse está fuera de estas pautas es que se habla de desviación.

La desviación es, según Macionis, lo que la gente entiende o define como tal a la vista de que alguien está violando o transgrediendo una norma cultural. La desviación no implica en todos los casos una acción voluntaria o una opción voluntaria, puesto que en algunos casos la mera existencia de uno o varios individuos se considera una desviación. Asimismo, no sólo comprende conductas explícitamente negativas, como cuando se rompe la norma perjudicando a terceros, sino también cuando se excede en el cumplimiento de las leyes y las normas sociales. En ambos casos, observamos algún grado de diferencia. Es a través del control social, entendido como formas de presión social difusa que se busca evitar la conducta desviada. Tanto la conceptualización de la desviación, como la reacción hacia ella, depende de cómo esta organizada la sociedad.
Al estudiar la desviación, inicialmente la explicación a la desviación se centraba en los rasgos individuales, las características de los individuos. Las teorías con enfoque biológico querían explicar los comportamientos en términos de genética; de los impulsos o instintos naturales. Las teorías psicológicas, la explican a través de una alteración de la personalidad o de una socialización fallida.

La sociología por el contrario, entiende en primer lugar que la desviación en sí no existe, sino que es una creación social y que la conducta desviada viene determinada entre otras cosas, por el contexto. Esto se explica al observar que: la desviación varia de una sociedad a otra, la conducta desviada está definido por los otros, y la definición, aplicación y violación de las normas no está igualmente distribuida en la población.

Estas tres razones están dadas por las tres explicaciones sociológicas más importantes de la desviación. El análisis funcionalista, el interaccionismo simbólico y el análisis del conflicto. En primer lugar, para la teoría funcionalista, la desviación contribuye a mantener el sistema social en equilibrio y así garantizar su conservación o perpetuación. Son importantes en este campo los aportes de Durkheim, Ericksonn y Merton. Este último construye una teoría que distingue cinco grupos (conformistas, innovadores, ritualistas, retraídos e rebeldes) que se ordenan en torno a la posibilidad de obtener éxito, es decir alcanzar sus objetivos culturales, mediante mecanismo institucionalizados.

En segundo lugar, dentro del enfoque del interaccionismo simbólico, encontramos la teoría del etiquetaje de Becker, en donde las desviaciones se definen no tanto por las acciones de las personas como por las respuestas del entorno social. La conducta desviada es la que es catalogada o etiquetada por los demás. Lemert estudia episodios de transgresión que apenas provocan la reacción de los demás y lo denomina desviación primaria. La desviación secundaria, se da cuando la reacción desfavorable de los otros contribuye a la creación de una identidad desviada.

El etiquetaje retrospectivo es la interpretación del pasado de una persona a la luz de una etiqueta o estigma que tiene en el presente. En la asociación diferencial de Sutherland, la tendencia a la conformidad o a la desviación de un individuo depende de la frecuencia con la que es individuo entre en contacto con grupos de personas que fomentan un tipo de comportamiento u otro. La teoría de control social de Hirschi, plantea que el control social anticipa las consecuencias que les puede ocasionar la comisión de una trangresión o de un delito. Este control se da a través de las relaciones sociales, la estructura de oportunidades, la implicación y las creencias.

En tercer lugar, la teoría del conflicto, busca demostrar que la desviación refleja desigualdades de poder. Son desviados los que obstaculizan el desenvolvimiento del capitalismo ya sea porque afectan la propiedad privada, irrespetan la autoridad, no trabajan o no pueden trabajar, o porque ponen en entredicho el statu quo. El realismo de izquierda, explica la desviación por el sentimiento de privación relativa, esto es, la comparación de la situación propia con los que tienen más recursos y por la marginación.

Por otro lado, la criminología feminista, ha aportado una visión distinta del problema de la desviación al hacer críticas a las teorías más importantes y al plantear interrogantes que inciden en la cuestión del género.

Con todo lo visto hasta ahora, uno se percata fácilmente de que el problema de la desviación y el control social es sumamente complejo. En consecuencia el método con el que se aproxime a estudiarlo debe considerar esta complejidad. Las estadísticas, aún con los problemas de medición con lo que se tiene que lidiar, brindan información valiosa. Los estudios en el Reino Unido, por ejemplo, han dado como resultado una incidencia mayor de comisión de actos que comportan conducta desviada, en hombres jóvenes, siendo los afrocaribeños, los que en relación a su peso en la población total, sufren más arrestos.

Asimismo, los cambios que se han producido en los últimos años en el marco del proceso de globalización, han supuesto que la desviación y el delito adquieran nuevos modos que se sirven de los logros tecnológicos. Estos nuevos modos de desviación suponen también nuevos modos de control. La privatización en las cárceles, en países como Estados Unidos, es un ejemplo de los cambios que han sufrido los sistemas de control social. Estas nuevas pautas han planteado un debate sobre los límites en el control y las libertades de los individuos.

Igualmente, la desviación y el delito suponen una sanción, un castigo. Esta se justifica por cuatro motivos distintos: desquite, disuasión, rehabilitación protección de la sociedad. Sin embargo, es difícil evaluar las reales consecuencias del castigo.

¿Con qué propósito las sociedades crean normas culturales dentro de las cuales debemos incluir las leyes?
¿Por qué hay personas que tiene más probabilidades que otras de ser acusadas de violar esas normas? ¿Cómo controlan las sociedades, la delincuencia y qué impacto tiene ese control?

Nombre : JHDLT
Curso : Teoría Sociológica 1
Lectura : Macionis. Sociología, Cap. 8 “Desviación Delito y Control”


El autor intenta acercarse a una definición de desviación. Para ello, además de sus aportes personales, realiza un breve recorrido por las diferentes teorías que intentan explicarla. Por desviación se entiende todo comportamiento que quiebra una norma.

Es necesario entonces entender el concepto de “norma”, supuesto en el de desviación. Las normas son definiciones de modo de hacer y de comportarse. Delimitan lo que se considera el “comportamiento bueno o aceptable”, haciendo factible la distinción con el “comportamiento desviado”.

Existen dos tipos de norma, que dan origen a dos tipos de desviación. Están las normas formales y las normas no formales (formalidad en el sentido de si están, o no, escritas, si están “en el papel”, si son explícitas o implícitas). Las normas no formales, o no escritas, son implícitas en la vida social. Las sanciones que acarrea la transgresión de éstas normas son sanciones confusas aplicadas por cualquier miembro de la sociedad (como podría ser la burla, el chisme, el rumor o la exclusión).

A la transgresión de las normas formales se le llama delito. El delito supone una tipificación y especificación del castigo, y requiere de un cuerpo especializado (un sistema jurídico) que defina y aplique la sanción. Las normas formales están siempre explicitas, en algún código jurídico, como la constitución.

El autor tres enfoques para entender el delito y la desviación. El primer enfoque es el biológico, y afirma que son ciertos rasgos biológicos los que podrían determinan los comportamientos desviados.

El segundo enfoque es el psicológico, intenta explicar la desviación con dos causas. En primer lugar, se afirma que la desviación puede deberse a una alteración de la personalidad; en segundo lugar, afirman que podría deberse a una socialización fallida.

Ninguno de estos enfoques es suficiente para explicar la desviación ya que se centran es rasgos individuales y desatienden el contexto social. Dice el autor: “el estudio de la conducta desviada nos obliga a estudiar el entorno social en el que viven los individuos, pues ahí es donde se define lo que es delito y desviación, y donde se alimentan o coartan tales conductas”. Ni la biología ni la psicología estudian cómo se definen las conductas desviadas como tales. Tampoco explica por qué en algunos sectores de la sociedad se concentran la mayoría de casos de conductas desviadas.
Luego, ya que la conducta desviada está en gran parte determinada por el contexto social, es necesario una fundamentación sociológica. Existen tres razones para tener en cuenta a la sociología en el estudio de la desviación. En primer lugar sólo hay desviación en relación con unas normas sociales, en segundo lugar, sólo hay desviación cuando es definida como tal (por otros) y, por último, las desigualdades de una sociedad determinan quiénes tienes más probabilidad de presentar desviación. Hay tres grandes enfoque desde donde se ha intentado explicar la desviación.

Desde una análisis funcionalista, Durkheim, entre otros, afirma que las formas de desviación, que son definidas como tales dependiendo de cada sociedad, y la reacción social a ellas afirman los valores y las normas de cada sociedad. Merton, por su parte decir la desviación depende del grado en que los miembros de una sociedad puedan logras sus objetivos a través de mecanismos institucionalizados.

Desde el interaccionismo simbólico, encontramos: La teoría del etiquetaje, la cual afirma que la desviación se define como tal no tanto por las acciones de las personas, sino por la respuesta de entorno a esas acciones, la desviación queda como algo relativo; la teoría de la asociación (Sutherland) que dice que un individuo se inclinará por la desviación en la medida en que frecuente personas que fomenten ese comportamiento; y, por último, la teoría del control (Hirschi), donde la sociedad aplica un control tácito sobre los individuos impidiendo que “se desvíen”, ya sea por relaciones sociales, estrato social, grado de implicación en actividades legítimas o creencias en dogmas morales.

La teoría del conflicto se da, obviamente, desde un análisis de conflicto. Trata de demostrar que la desviación refleja desigualdades sociales y de poder. Así la conducta desviada depende de cómo esté distribuido el poder en la sociedad, ya que las normas de cada sociedad favorecen a las clases privilegiadas, defendiendo sus intereses. Se ve a la desviación como un problema estructural.

Son muchos los factores a considerar en el estudio de la conducta desviada. Por ello, cerrarse en un enfoque (biológico, sociológico, psicológico), puede sesgar las conclusiones. Esto se aprecia claramente ya que ninguna de las teorías arriba mencionadas explica, a cabalidad, por qué surge la desviación.

El autor resalta la importancia de considerar otros aspectos en el estudio de la desviación, tales como grupos etáreos, género o raza. Da cuenta, también de la dificultad de obtener datos confiables, para estudiar la incidencia real de la delincuencia.

Termina diciendo que en el mundo actual se expandió el sistema tradicional de control social y aumentaron los mecanismos de vigilancia. Por lo que podría decirse que las sociedades modernas son sociedades vigilantes.

Cultura, Sociedad e Individuo

Sociología de Anthony Giddens

Los primeros seres vivientes nacieron en lo húmedo,
envueltos en cortezas espinosas como escamas que
al crecer se fueron trasladando a partes más secas y
que cuando se rompió la corteza circundante, vivieron
durante un corto tiempo, una vida distinta.

Anaximandro, 546 a.c.


Cultura, sociedad e individuo

Apenas pudo disponer de un tiempo de ocio para la reflexión, el ser humano se planteó interrogantes e intentó explicar su realidad circundante e inmediata así como su existencia y la naturaleza de la misma. Es en esta última interrogante que se insertan los temas que plantea Giddens. Nos definimos como seres humanos, pero ¿De dónde proviene lo que conforma nuestra humanidad? ¿Cómo hemos llegado a ser humanos? A través de la revisión de las respuestas que autores de diversas disciplinas han dado a estas preguntas, Giddens explica nuestra humanidad como el producto de procesos de distintos niveles que se dan de manera continua.

Para el filosofo milesio, Anaximandro, el hombre había nacido en un principio de criaturas de especie distinta, porque a diferencia de los demás seres vivos que se ganan la vida en seguida por sí mismos, sólo el necesita de una larga crianza. Dedujo así, que de haber tenido su forma originaria no habría subsistido. Cuando Charles Darwin expuso su teoría de la evolución, no era el primero que buscaba una explicación racional a la existencia del hombre, alejándose de las explicaciones mitológicas religiosas, pero si era el primero que ofrecía una teoría comprobable restándole así a la existencia humana, intencionalidad divina. Por consiguiente, somos animales, los últimos de la cadena evolutiva y los mejor adaptados al medio ambiente. Con esto en mente, uno podría deducir que es posible encontrar semejanzas con los animales más cercanos a nosotros en la cadena evolutiva, es decir los simios, e incluso encontrar en ellos explicaciones a algunas de nuestras conductas. Esto hizo la sociobiología cuando buscó paralelos en los conductas de los seres humanos y la de los animales, sin embargo sus ideas terminaron siendo mayormente especulativas pues lo genético no agota la explicación de los comportamientos humanos sino que es necesario considerar factores psicológicos sociales y culturales.

Se hace evidente entonces que somos más que organismos biológicos. Es la cultura lo que nos hace humanos. Estamos insertados en un sistema de interrelaciones que nos vincula (sociedad) y que implica compartir formas de vida (cultura) ya sea a nivel de toda la sociedad o de grupos en sociedades más grandes y complejas. La cultura supone una sociedad y viceversa. Aunque somos animales nos diferenciamos mucho de ellos. Al mismo tiempo, entre nosotros compartimos rasgos de humanidad pero también encontramos fácilmente diferencias.

De este modo, los animales poseen pautas de comportamientos complejas y determinadas genéticamente, es decir, instintos. Nosotros nacemos con una serie de reflejos básicos de alguna utilidad para nuestra supervivencia, actos reflejos. Al igual que ellos, tenemos necesidades biológicas pero cómo satisfacemos o manejamos estas necesidades es lo que nos diferencia de los animales y más importante aún, es lo que va a variar de cultura en cultura. Esta diversidad cultural originalmente dada por la ubicación geográfica, (sólo originalmente porque en la actualidad es posible hallar distintas subculturas compartiendo un área geográfica) no es estática, sino que varía en el tiempo. Las características propias de nuestra cultura van a ser aprendidas, introyectadas en el proceso de socialización en el cual el individuo va a adquirir conciencia de sí. Así lo explican teóricos de distinta formación cómo son Sigmund Freud, G. H. Mead y Jean Piaget. Para Freud, ser un individuo autónomo, autoconsciente, está relacionado con el aprendizaje de la represión de los deseos que provienen del inconsciente. Piaget distingue fases en la aproximación cognitiva del niño al mundo, las que suponen capacidades que aparecen en las distintas etapas de la niñez y que requieren de la satisfactoria conclusión de la anterior, para él estas fases van a ser rasgos universales de universalización. En Mead, la conciencia de sí se adquiere cuando en el juego, el niño adopta el papel del otro e internaliza toda la actividad organizada, es decir los valores y las reglas, adoptando el papel del otro generalizado.

Siendo la cultura lo que nos hace humanos, es lo social lo que nos interrelaciona y nos humaniza con bases que se dan tanto en lo semejante como en lo diferente, y sólo a través del manejo de lo cognitivo y lo emocional, es que desarrollamos la conciencia de nosotros mismos. Este proceso en que uno se vuelve una persona consciente de sí misma es de mayor intensidad en la niñez pero perdura durante todo el ciclo vital.

Tener conciencia de sí, implica tener conciencia del carácter orgánico biológico y de la consecuente construcción social de las etapas (algunas más recientes que otras como es el caso de la niñez) del ciclo vital, diferenciadas por prácticas y costumbres particulares, y asimismo del final de nuestra existencia personal. Como enfrentamos la muerte, es algo que varía de cultura a cultura como también lo va a ser lo referido al sexo y al género.

Género y Sexualidad

En el uso cotidiano del lego giddeano, por sexo se entiende tanto las diferencias biológicas y culturales entre hombres y mujeres como el mismo el acto sexual. Giddens encuentra útil distinguir entre sexo, aludido a las diferencias biológicas y el género, que es mas bien, una construcción cultural. Este, cómo otros aspectos que forman parten de la identidad del individuo, no viene dado sino que proviene del proceso de socialización que se inicia tan pronto nacemos. Las nociones de lo que es normal en lo referente al sexo han recibido en Occidente la influencia de la religión cristiana, sin embargo, tal como demuestran las encuestas realizadas en distintas épocas en Estados Unidos, la existencia de normas no supone un correlato en la práctica real. Como otros aspectos culturales, nuestros comportamientos y actitudes respecto al sexo, han variado en el tiempo como parte de los cambios sociales que se han dado lugar en los últimos años.

MEAD G.H: Espíritu, Persona y Sociedad. La Persona

Autor: George Herbert Mead
Claudia Caceres

¿Cómo es que el individuo, tal como lo entendemos y percibimos hoy en día, llegó a ser lo qué es? En la tarea de responder esta pregunta, Mead desarrolla una original teoría que pretende explicar como surge la persona y en este intento va a aportar un nuevo enfoque sobre la antinomia individuo-sociedad. De hecho, Mead reconoce la existencia del individuo como organismo fisiológico que luego se va a convertir en individuo como persona con espíritu, gracias al lenguaje y más precisamente a la comunicación . Esta comunicación está dada inicialmente por la complicación del gesto, el cual va a devenir significante gracias a la reacción adaptativa de un otro y va a permitir la construcción de símbolos universales a todos los miembros de la comunidad y al individuo mismo, construyéndose la comunidad del significado.

Ahora bien, lo que nos permite comunicarnos con los otros es la adopción de roles, en donde al tomar la posición del otro, uno se convierte en objeto para sí mismo. Esto puede ser apreciado en el juego y en el deporte. En el juego con la adopción de un papel tras otro, y en el deporte, con la introyección de la actividad organizada a fin de representar uno su propio papel, ya que uno es todos lo otros involucrados en la actividad común. Esto se contempla claramente en la noción del otro generalizado, en donde se han adoptado de modo organizado las actitudes de los otros individuos. Así pues, desde los puntos de vista particulares de los otros miembros de la comunidad es que el individuo se experimenta a sí mismo, como objeto para sí. Queda claro entonces, que en Mead, la persona es esencialmente una estructura social y surge en la experiencia social y no existe aparte de este tipo de experiencia. Aún más, la unidad y la estructura de la persona completa refleja la unidad y la estructura social del proceso social completo. Esta relación que plantea Mead, es vital a su teoría en tanto reformula la hasta entonces clásica antinomia individuo-sociedad de la que hablaba anteriormente.

Pues bien, la persona, lo es además en la medida que tiene dos fases distinguibles: una en relación con la experiencia que tiene lugar inmediatamente (el "yo") y la propia organización de las actitudes de los otros individuos en la experiencia de la persona (el "mí"). El yo proporciona la sensación de libertad, iniciativa que llega a su máxima expresión cuando tenemos ideas porque aquí hablamos con nosotros mismos con la voz de la razón, abarcando las voces del pasado y del futuro somos capaces de reformar el orden de las cosas. Deduce correctamente que la sociedad, que en esta misma línea de interpretación Elias va a llamar la multiplicidad de individuos, no juega un papel puramente coercitivo frente al individuo. "No estamos solamente obligados por la comunidad". El acto, el "yo" en el presente responde a una necesidad moral pero no a una necesidad mecánica. La misma conversación en interacción con los otros, que ayuda a despertar la conciencia de sí y fiscaliza mis acciones, es la que, al intervenir la razón, en la forma del pensamiento de una persona, provoca el progreso de una sociedad.

Nos quedamos un momento en el tema de la racionalidad. Mead le asigna al pensamiento una posición central en relación a la naturaleza de la persona. La conciencia de sí es un fenómeno cognoscitivo antes que emocional. Este proceso de pensamiento, que internaliza la conversación externa de gestos significantes en la interacción con otros individuos de la misma sociedad es la primera fase experiencial en la génesis y desarrollo de la persona. Esta experimentación de las actitudes del otro, es lo que contituye la consciencia de sí y no las meras sensaciones orgánicas de las cuales tiene conciencia el individuo que las ha experimentado.

Finalmente, si esta transformación del individuo biológico en persona con espíritu se da por medio del lenguaje esto presupone la existencia de cierta especie de sociedad y ciertas capacidades fisiológicas en los individuos. Esta pauta de relaciones organizadas del proceso social, es el reflejo de la estructura organizada de cada persona individual. De aquí se lee, que los cambios se producen gracias a los espíritus individuales, que es aquí, en el "yo" donde surge la novedad, y donde residen nuestros valores más importantes. En este sentido, lo se que se busca es la realización de la persona en su relación con las otras y en consecuencia la realización de la comunidad.

Sociología fundamental

Norbert Elias
Claudia C.

A diferencia de otras introducciones a la sociología que tienen un carácter expositivo y hacen un énfasis en el desarrollo histórico, Elías elabora una introducción a la sociología en clave crítico analítica. Para él la tarea de la sociología, específicamente de la investigación teórica es intentar aproximar su comprensión a las interrelaciones sociales y procurar un saber fiable acerca de esas interrelaciones, para lo cual debe no sólo liberarse de los usos del lenguaje cotidiano y a lo tradicional sino crear conceptos propios, que tienen en cuenta el concreto estadio evolutivo del conocimiento. Su objetivo entonces es ayudar a repensar los problemas básicos de la sociología para que esta tenga una real incidencia en la vida de las personas. Pero, si la sociología se ocupa de los problemas de la "sociedad" es necesario reflexionar sobre que se entiende por sociedad. A esto se va dedicar en la segunda lectura en donde la revisión de las nociones de las que hace uso la sociología, va a revelar el impacto de la teoría social clásica, así como, el carácter cosificador del lenguaje .

La sociedad de los individuos

¿Qué nos remiten los conceptos individuo y sociedad? Elías va a revisar este aspecto porque son los conceptos los que "contribuyen de forma decisiva a determinar el modo de pensar y las acciones de la persona criada bajo su esfera". En este sentido, se esfuerza por sacar el lenguaje del encorsetamiento de los conceptos en tesis y antítesis y lo despoja de sentidos comunes y atribuciones habituales. De este modo el individuo y la sociedad no son ontológicamente distintos y estos no poseen una finalidad más que aquella que ellos mismos se otorgan. Tener esto en consideración es importante porque dotará de lucidez y seguridad el diagnóstico sobre el que se trate las carencias de nuestra convivencia.

Las bases de la sociedad

Sociología de John Macionis
Capítulo 3 - Las bases de la sociedad: sociedad
Capítulo 24 - Cambio social: sociedades tradicionales, modernas, posmodernas

El objetivo del autor es básicamente, introducirnos al tema de la sociedad, sobre el cual se articulan, con distintos enfoques, los estudios de la sociología. Para ello, realiza una tarea de selección e explicación interpretativa de los aportes de los sociólogos que han contribuido con aportes y teorías en torno a la sociedad, lo que consecutivamente le permite construir organizadamente los temas de este texto introductorio.

Las bases de la sociedad: sociedad

Macionis parte del concepto de sociedad como "un conjunto de personas que interactúan en espacios distintos" , para revisar el desarrollo histórico de las sociedad que se ha visto marcado por los cambios tecnológicos. Esto le permite distinguir cinco tipos de sociedades: las sociedades de cazadores y recolectores, las sociedades agrícolas y de pastoreo, las sociedades propiamente agrarias, las sociedades industriales y finalmente, las sociedades posindustriales.

A pesar del énfasis tecnológico, o por esto mismo, le parece importante advertir sobre un enfoque determinista de la tecnología y aclarar que la tipificación que expone de las sociedades, no se da de modo excluyente y que por el contrario, existen varios ejemplos de su coexistencia. Tal es el aspecto bajo el cual expone, que los tipos de sociedades se explican a través de los cambios organizativos e institucionales que aparecieron con cada avance tecnológico. Señala las limitaciones y los costes de la tecnología, sobre todo cuando se trata de enfrentar problemas que no son tecnológicos sino de naturaleza social y política.

Posteriormente con el fin de explicar la visión Karl Marx, Max Weber y Emile Durkheim, quienes se preocuparon por analizar la dinámica de la sociedad, explicar y a partir de esto, reflexionar sobre las posibilidades futuras, articula sus teorías en torno a tres cuestionamientos compartidos: (1) las diferencias entre las sociedades del pasado y del presente, (2) las causas y factores de los cambios en una sociedad, y de su cohesión o división interna, y, (3) el diagnóstico evaluativo del futuro de las sociedades.

Entonces, la visión de Marx, de la sociedad es holística y materialista, tiene una entrada estructural y sistémica, y un enfoque del conflicto. El conflicto social es lo que moviliza la sociedad. En su análisis el componente más importante es la economía, la manera como los hombres producen, distribuyen y consumen. Las sociedades se organizan en clases cuyos recursos son desiguales. Al existir estas considerables desigualdades, también hay divisiones respecto al interés que son inherentes al sistema social., Conceptos como alienación, aparecen en su reflexión sobre la sociedad como lastres del capitalismo.

Para Max Weber, la sociedad diferencia campos económicos, sociales y afectivos, en estos campos se establecen organizaciones. Es en los campos claves de la economía y el estado que se va a aplicar mas fuertemente la racionalidad. Esta junto con una ética de origen religioso, han convergido con otros cambios que se dieron para aportar un cambio en el estilo de vida de la gente. Weber, considera que la característica distintiva básica para la sociedad moderna es el cambio característico en la motivación de las conductas individuales.

La aplicación eficiente de los medios a los fines ha llegado a dominar y reemplazar otras impulsos de la conducta social. A través del proceso evolutivo social, la conducta ha llegado a ser dominada por una racionalidad instrumental y cada vez menos por la tradición, los valores y las emociones. La sociedad se organiza en la base de una racionalidad que se hace burocracia y tecnología. Al concebir la sociología como una ciencia que pretende comprender y explicar la acción social, su curso y de sus consecuencias, va a privilegiar la influencia de lo ideológico y lo cultural.

En Durkheim, la sociedad es mucho más que la suma de los actos individuales; tiene una existencia teórica propia, y está sostenida por estructuras en donde las funciones se determinan a nivel social. Independiente de sus manifestaciones individuales, ejerce una constricción social sobre nuestras acciones. Esta estructura social prima sobre el individuo limitando nuestras actividades, marcando los límites de lo que como individuos podemos hacer. La modernidad produce tanto libertad como anomia, una división social del trabajo y una solidaridad de tipo orgánica, que busca la eficacia, pero que en este afán contribuye a la impersonalización de la sociedad.

Finalmente, Macionis revisa de modo crítico y bastante claro; las visiones de sociedad que aportan estos tres autores. Durkheim privilegia entonces la estructura social, el componente macro, Marx el carácter economicista y Weber, el proceso de racionalización y la acción social. Asimismo, revisa sus respectivos diagnósticos futuros, al tiempo que plantea nuevas preguntas que enriquecen el planteamiento expuesto y abren paso a la discusión.

Cambio social: sociedades tradicionales, modernas, posmodernas

En este capítulo, el autor examina la naturaleza del cambio social, sus características, causas y factores. Entre sus características distingue: el ritmo del cambio; su carácter a veces intencional, pero mayormente no planificado; las diversas, e incluso opuestas, relaciones ante el cambio social y la importancia de sus consecuencias sobre la sociedad misma.

Asimismo, explica que las causas y factores del cambio social comprenden a: la cultura en sus fuentes de investigación, de descubrimiento y de difusión; al conflicto; a las ideas, ya sea que fueran transmitidas por alguien con carisma, como sustentadoras de éticas e impulsadoras de movimientos sociales; a las relaciones con la naturaleza y, al cambio demográfico.

Macionis considera el concepto de la modernidad, como central en el estudio del cambio social. A tal fin, utiliza la clasificación de Peter Berger sobre las características principales de la modernización, las cuales son: el declive de las comunidades tradicionales, la expansión de las decisiones principales, el aumento de la diversidad de creencias, la orientación hacia el futuro y la conciencia del paso del tiempo. Además, señala que fue la modernización, la que impulsó el desarrollo de la sociología.

Complementa la visión de Berger con el estudio sobre la modernización de Tonnies, quien la entendía como "un proceso de progresiva pérdida de la comunidad humana" . A consecuencia de la revolución industrial, lo tradicional se debilita con la promoción del individualismo y el énfasis en la eficiencia. Estos trazos van a converger, en que las
sociedades se vuelvan impersonales e individualistas.

Macionis concluye este capítulo, y con él, el libro, realizando una evaluación crítica y comparativa -de manera análoga a todos los capítulos anteriores- de las teorías de los sociólogos clásicos, que previamente ha analizado, aportando reflexiones hacia un futuro posmoderno.